Por lo general, el número de tratamientos varía de 2 a 10. La elección se basa en el estado clínico del paciente y en la duración y gravedad de la enfermedad. Por término medio, las afecciones agudas requieren menos tratamientos, mientras que las crónicas requieren un mayor número de sesiones. La excepción la representan las heridas cutáneas, que deben tratarse hasta su completa cicatrización. El número de tratamientos viene determinado por 3 factores: la edad, el tamaño de la zona a tratar y el grado de cronicidad de la afección. Una buena indicación suele ser que el número de tratamientos sea igual a la edad.
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